Recomendaciones y mitos sobre el agua en nutrición

En nutrición el agua es uno de los alimentos más importantes y que hay que tener en cuenta en cualquier  tipo de dieta que realices. Hay muchos mitos sobre el agua, verdades y mentiras que no sabemos hasta que punto son ciertas o no. En este post queremos aclarar muchas de esas dudas, y dar algunas recomendaciones sobre el consumo del agua en nuestra dieta.

¿Cuánta agua debo beber?

Las recomendaciones generales de nutricionistas nos hablan de que el 60% de nuestro cuerpo es agua y por lo tanto debemos beber alrededor de 2 litros de agua diarios.

Generalmente la gente bebe muy poco agua y hay que aumentar la ingesta, por eso es habitual escuchar recomendaciones sobre la cantidad de litros que debemos beber. Pero también está el caso contrario, cunado la gente bebe en exceso, que esto tampoco es lo más saludable. La recomendación general de es 2 litros en mujeres y 3 en hombres, pero cada persona es un mundo y puede que nuestro cuerpo este bien hidratado con más o menos agua. Una forma de saber si estamos bebiendo agua de más y evitar así ese exceso, es si vamos más de 5-7 veces a orinar y encima te tienes que levantar por la noche para ir al baño. Si nos ocurre esto es que estamos bebiendo en exceso.

¿Y cuándo es mejor beber agua?

Es bueno beber agua durante todo el día, pero es recomendable no beber mucha agua con la comida. Necesitamos la acidez del estómago para digerirla, y si lo llenamos de agua la digestión será mucho menos efectiva. Si tienes problemas digestivos, una de las formas de poder aliviarlo es reducir el líquido en la comida.

También hay que tener en cuenta que los diferentes alimentos como fruta, café o sopas contienen agua y también suman en nuestra hidratación, por lo que muchas veces pensamos que no bebemos suficiente agua pero no contamos con que una gran ingesta de este tipo de alimentos también ayudan a que estemos bien hidratados. Por lo que si no bebes los 2 litros de agua pero comes alimentos como los mencionados, no tienes porque tener deshidratación.

Mitos y curiosidades del agua

• El agua y la orina: La cantidad de agua que tomemos afecta a nuestra orina. También hay «recomendaciones generales» sobre el color de la orina (se recomienda que sea clara) pero no hay estudios que demuestren evidencias claras de enfermedad o patología por el color de la orina, eso sí, nada tiene que ver si encontramos sangre o hay dolor al orinar… Lo único que si se sabe es que la primera orina de la mañana suele ser más densa y concentrada por el acumulo de ácidos que se produce durante toda la noche.

• El agua adelgaza: Este es uno de los grandes mitos, y es que en el campo de la nutrición y las dietas es donde seguramente más mitos podemos encontrar respecto a la alimentación. Y la respuesta es, no, el agua por si sola no tiene el don de hacernos adelgazar. Si nos ayuda el hecho de cambiar otras bebidas por agua o su efecto saciante que nos hace sentir estar llenos y por tanto comer menos.

Lo que si podemos tener en cuenta sobre el agua y sus efectos en nuestro cuerpo gracias a diferentes estudios son cosas como:

– El agua fría acelera ligeramente el metabolismo.

– El agua tiene un efecto saciante. Esta es una de las razones por las que se dice que comer fruta antes de comer adelgaza, y es que esta también tiene un efecto saciante gracias al agua que contiene por lo que tenemos la sensación de estar más llenos a la hora de comer.

– Lo ideal es beber agua mineral embotellada porque el agua del grifo (por muy buena que nos la quieran vender) contiene muchos tóxicos: cloro, cal, microorganismos… Una de las marcas más recomendable es Solan de Cabras porque tiene un alto contenido en magnesio, otras marcas como Bezoya tienen muy poco. En otro post hablaremos sobre la composición del agua y que cantidades de cada componente es bueno que tengan para nuestro organismo.

Para poder disfrutar de un agua «más sana» también existen algunos  filtros que podemos tener en nuestra propia casa, que pueden ser interesantes y bastante económicos como las jarras brita que hacen que nuestra agua esté más «limpia» quita la cal, el cloro y los metales como el plomo y cobre que suelen estar presentes en el agua del grifo.

También existe la ósmosis. Este mecanismo es poco recomendable, lo primero porque se tiene que instalar un equipo en casa y hace que sea bastante caro y lo segundo, porque se consigue «purificar» el agua. Con ello se eliminan minerales como el magnesio o sodio y al final lo que tomamos es agua destilada. Es agua que no nos aportada nada y como no tiene minerales es difícil de eliminar y provoca mucha retención de líquidos e inflamación.