Alimentación y cáncer

Hoy en día prácticamente nadie se sorprende cuando escucha la palabra cáncer.
Cada vez hay más gente diagnosticada y a este paso cada vez seremos más los que en unos años engrosaremos esas estadísticas tan horribles que año a año destroza familias y amigos.

En la página de la Sociedad española de Oncología Médica puedes encontrar estas estadísticas y cosas como que tipos de cáncer son más habituales, su mortalidad…

¡Rompamos esas estadísticas! Está en nuestras manos.
Para entender que es el cáncer de una manera fácil y sencilla, lo mejor es empezar por el principio:

¿Qué es el cáncer?

El cuerpo humano está formado por células, cada sistema tiene sus propias células: la sangre, los huesos, el sistema nervioso…

Las células tienen en su interior un núcleo que es dónde se encuentra el ADN. Normalmente las células se van dividiendo y reproduciendo de forma controlada pero cuando ese núcleo sufre alguna mutación, la célula tiene la capacidad de provocar su propia muerte, se autodestruyen (lo que se llama apoptosis).

Cuando hay una mutación del ADN y por algún motivo la célula no se ha autodestruido, empezamos a tener unas células «descontroladas», que se va reproduciendo rápidamente y sin control por el cuerpo, eso son las células cancerígenas.

Dependiendo de la región o zona en la que estén recibirán un nombre u otro: cáncer de mama o de pulmón y dependiendo del tejido a partir del cual se reproduce será un carcinoma, sarcoma, leucemia…etc.

Factores que influyen el cáncer

Hay factores como la genética, contaminación y radiaciones que son difíciles de controlar, pero hay otros como la alimentación y el estrés que están en nuestra mano.

Alimentación y cáncer

El gran problema de nuestra sociedad es que no damos importancia a la alimentación, sólo y exclusivamente relacionamos la alimentación con calorías, con estar gordos o delgados. La alimentación es salud, es fundamental para nuestra vida.

Todos creemos saber qué es lo que deberíamos comer y qué nos perjudica pero muchas veces nos basamos en internet, en publicidad y programas de televisión y así nuestros hábitos alimentarios no son para nada correctos.

La relación alimentación-cáncer es muy estrecha sólo basta con saber que las células cancerígenas sobreviven en medios ácidos e inflamados, el Dr. Otto Warburg en su libro, “El Metabolismo de los Tumores” (The Metabolism of Tumors) habla de todo esto: El cáncer es producto del exceso de ácidos en el cuerpo y ese ácido se origina en los alimentos que comemos.

Como consecuencia de esto, la acidez «expulsa» el oxígeno, las células cancerígenas son las únicas que pueden vivir en ausencia de oxígeno y según el Dr Warburg «privar a una célula de 35% de su oxígeno durante 48 horas puede convertirlas en cancerosas.» Por tanto una ayuda importante sería hacer algo de ejercicio ya que uno de los beneficios del deporte es que aumentamos el oxígeno que entra en nuestro cuerpo.

Uno de los responsables de que el medio esté ácido es el azúcar, hay muchos estudios que demuestran que el azúcar (la glucosa) alimenta el cáncer, sería por lo tanto lógico pensar que para combatir el cáncer, una gran ayuda es quitarle su alimento.

Según múltiples estudios como los de la universidad de San Francisco en EEUU, es irrefutable el papel de la glucosa en el crecimiento y la metástasis de las células cancerígenas.

Otros alimentos que acidifican el cuerpo son los lácteos, carne, alcohol y por supuesto el tabaco y medicamentos.

Otro factor para el desarrollo del cáncer es la angiogénesis. La angiogénesis es la producción de nuevos vasos sanguíneos y es a través de estos por los que hay una rápida diseminación y metástasis del cáncer. Esto quizás es lo más peligroso del cáncer, que las células cancerígenas se propaguen con rapidez.

Unos alimentos fundamentales para combatir la angiogénesis son los frutos rojos y el té verde.

También hay que tener en cuenta a los radicales libres que no sólo son los responsables del envejecimiento. Los radicales libres se forman como producto de reacciones químicas en nuestro cuerpo: por la alimentación, tabaco , contaminación etc.

Los radicales libres son átomos que intentarán robar a otros átomos electrones y así se formarán más radicales libres,  y estos se van reproduciendo y van dañando a las células sanas.

Para combatir contra los radicales libres están los antioxidantes y si, cómo seguramente habéis adivinado, los alimentos con grandes cantidades de antioxidantes son las frutas y verduras. Un potente antioxidante es la vitamina C y la cúrcuma.

Esto es un pequeño resumen de la importancia de la alimentación y sobretodo de la relación que tiene con el cáncer.
Normalmente los médicos o los oncólogos no dan importancia a todo esto, simplemente hay que ver cómo los médicos endocrinos mandan dietas estándar a todos sus pacientes e incluso en algunas de esas dietas permiten el consumo de bebidas azucaradas. Hay de todo por supuesto, tampoco se puede generalizar pero por lo general la importancia que los médicos dan a la alimentación es mínima.

Cuando eres diagnosticado de cáncer es raro que el oncólogo mencione alguna precaución o algo a tener en cuenta con respecto a la dieta que debe de seguir un paciente oncológico; no es raro ver en el hospital como a pacientes que les están suministrando la quimioterapia el acompañante les lleva una coca cola o algún bollo de chocolate como «premio» o «recompensa» de lo duro que es estar ahí tantas horas. Pero el efecto que se consigue es el contrario. A parte de todos los medicamentos o radiaciones que están entrando al cuerpo con estos tratamientos tan agresivos, nosotros mismos estamos además alimentando ese cáncer con el azúcar, algo que es bastante absurdo e ineficaz.

Es importante saber qué es el cáncer, qué factores influyen en su desarrollo y saber que nuestro papel es fundamental para combatirlo, a parte de la actitud, la alimentación es algo a tener muy en cuenta.

No nos quedemos esperando a que nos den cita para ir a los ciclos de quimo o de radioterapia, el tratamiento puede empezar hoy mismo con cosas como las que hemos explicado arriba, quitar el alimento al cáncer : el azúcar, quitar acidez al cuerpo y combatir contra los radicales libres con mucha fruta y verdura.

Haz caso a las recomendaciones de tu oncólogo pero también sé libre, ten la mente abierta, hay alternativas a todos esos medicamentos químicos que nos ofrecen como tratamientos y sobretodo tú y sólo tú tienes la capacidad de curarte, con tu actitud, con tu alimentación y tu vida saludable.