La osteopatía infantil es una alternativa en la que cada vez más padres y madres confían. La osteopatía pediátrica puede conseguir muy buenos resultados sin el riesgo de tener efectos secundarios. Una terapia manual sin consecuencias que puede ser tan útil para aliviar cólicos o estreñimientos en bebés como para tratar disfunciones como la escoliosis o luxaciones en niños.
El objetivo de la osteopatía es devolver la armonía y el buen funcionamiento al organismo de los más pequeños tratando todo tipo de dolores, lesiones y diferentes patologías.
Las tensiones en el embarazo pueden causar disfunciones en el bebé, los tejidos de este pueden presentar muchas restricciones causando alguna patología, además, del parto, que es la parte más delicada para nuestro bebé: a la hora de salir por la pelvis de la madre, el cráneo del bebé se ve modificado y comprimido para poder pasar por el canal pélvico de la madre lo que generalmente lleva a una compresión del nervio vago que es el nervio que va a ir a inervar todo el sistema digestivo del bebé y es el causante de que el sistema digestivo no funcione bien, por eso aparecen los famosos cólicos de lactantes.
También es son muy típicos los reflujos o el estreñimiento en el bebé porque su sistema digestivo es muy inmaduro.
Estas causas pueden complicar el desarrollo del bebé y se manifiesta con los síntomas típicos de bebés y lactantes.
Mediante técnicas de osteopatía, se realiza lo que se llama «cráneo sacral»,»escucha» e «inducción», técnicas a través de las cuales el osteópata encuentra esas restricciones en los tejidos y mejora el movimiento y calidad del tejido. Son técnicas suaves y sutiles. A un bebé no se le trata como a paciente adulto. El trato es muy diferente, teniendo en cuenta su estructura y sin generar excesivas tensiones.
Estas técnicas son más efectivas durante los 6 primeros meses de vida ya que es cuando más cambios presenta el bebé y por tanto podemos obtener resultados más rápidos. En un adulto, cuando se realizan técnicas de osteopatía, hay que esperar a que el cuerpo se recoloque a su nueva disposición, sin embargo, en un bebé este tiempo en que el cuerpo se adapta es mucho más corto.
En Natufisio ofrecemos el servicio de osteopatía pediátrica en niños y bebés. El osteópata en su formación, estudia un área específica en el que se conoce mejor el cuerpo de un bebé, como se va formando, su embriología, evolución en los primeros meses… todo el conocimiento del cuerpo humano que tiene un fisioterapeuta osteópata hace que el tratamiento pediátrico pueda ser muy efectivo.
Cuando acudir al osteópata pediátrico
Para osteopatía infantil, los padres suelen acudir cuando encuentran que su hijo pueda tener una patología, o en edades muy tempranas simplemente para que le trate un osteópata para poder recolocar y eliminar esas restricciones que ya hemos contado que causa el parto, lo que ayudará a su crecimiento. La terapia pediátrica en bebés nos ayuda a prevenir, evitando que nuestro bebé tenga que pasar por esos síntomas y disfunciones que suelen darse en esta etapa de crecimiento evitando tener que acudir a la consulta una vez ya esté sufriéndolo.
Algunas de las causas más comunes por las que se realizan tratamientos pediátricos son:
Cólicos del lactante, estreñimiento, reflujos, gases, luxaciones, pies zambos, pies cavos, tortícolis, deformaciones craneales…
También hay tratamientos osteopáticos para embarazadas que además de ayudar a la madre a llevar el embarazo con el menor dolor una buena salud, se puede tratar el coxis para ayudar al bebé a colocarse y que salga con la mayor facilidad a la hora del parto, algo que también ayudará a la madre en ese momento del nacimiento.
Y es que la osteopatía puede ayudar tanto al bebé como a la madre.
Cómo tratar a un bebé o niño con ostepatía infantil
A un bebé no se le trata como a paciente adulto. El trato es muy diferente, teniendo en cuenta su estructura y sin generar excesivas tensiones. Las técnicas de osteopatía craneosacral, visceral y estructural están adaptadas a bebés y niños, y es que es importante tener en cuenta en que etapa de crecimiento están para poder tratarles con efectividad.
Además, el tratamiento personal y psicológico también ha de ser diferente ya sea un bebé o un niño o adolescente. Hay que saber cómo tratarles, hablarles de manera diferente… ganar su colaboración para poder realizar el tratamiento de la manera más efectiva posible y cuando sea posible explicarles y hacerles entender qué les duele y por qué para que poco a poco vayan conociendo su propio cuerpo.